ENTREVISTAMOS A ORLANDO CASTRO

Orlando Castro Trigueros fue uno de los grandes atletas españoles en la década de los 90. Actualmente, este licenciado en Ciencias de la Actividad Física, ejerce como profesor en el colegio Marista Castilla de Palencia. Además, posee el título de entrenador nacional de atletismo y desde 2007 dirige la escuela ‘Corriendo por Palencia’ que sólo el año pasado dio cabida a cerca de 500 atletas populares. 

Orlando Castro ha sido uno de los mejores de los 1.500 metros. Dicen los que seguían de cerca sus evoluciones que no alcanzó cotas de éxito mayores porque tuvo que vérselas con atletas de la talla de Fermín Cacho, Reyes Estévez, Redolat, Andrés Díaz y un Juan Carlos Higuero que comenzaba a brillar con luz propia. Así, su 3.36 en los ‘milqui’, aun siendo buena marca, se vio superada por otras como la de Cacho (3.29), campeón olímpico en Barcelona 92.

¿Cómo recuerdas esa época?

Fue una etapa de mi vida muy bonita. La recuerdo con mucho cariño. Disfruté de una época dorada del atletismo español. Me codeé con un gran ramillete de atletas y disfruté al máximo de un deporte al que amo que me ha permitido, entre otras cosas, conocer a gente buena. Fueron unos años muy interesantes aunque no consiguiera triunfar. Tengo claro que soy lo que soy gracias a lo que he corrido.  

¿Sientes que en otra época o incluso en otro país con menor potencial en la distancia, hubieras conseguido más éxitos deportivos?

No tengo ninguna duda. Coincidí con grandes atletas que rendían a un altísimo nivel. Esa competencia me relegó a un segundo escalón en el ámbito nacional (consiguió un 5º puesto en un campeonato de España). Siempre he dicho que si hubiera sido italiano, alemán o francés estoy convencido que habría tenido la oportunidad de competir en una Olimpiada.

¿Cómo analizas la explosión del fenómeno ‘running’ en nuestro país?

Yo diferencio el atletismo y el running o la práctica del corredor popular. El atletismo no engaña. El fenómeno popular hay un gran porcentaje que no contempla la competición, sino que se acerca a él porque entiende que es algo saludable. Algunos menos parecen más atletas que los propios atletas ya que siempre están en la necesidad de mejorar sus registros. Eso es una derivación del fenómeno running.

Entiendo que esta forma de pensar es la que te llevó a poner en marcha ‘Corriendo por Palencia’ ¿no?

Yo quise dar todo lo que había recibido. Todas las enseñanzas y formas de vivir una actividad que me dio tanta felicidad. Era una manera de extender a otras personas las bondades de esto de correr. Me animé por poder transmitir unos valores y experiencias que a mí me dieron mucha felicidad. El correr te da mucha felicidad siempre y cuando no pierdas la perspectiva. Ahora hay mucho corredor popular que pierde la noción de la realidad y hace del correr su principal actividad entrenando incluso mañana y tarde. Yo siempre digo que el objetivo del corredor popular no es el rendimiento sino el no lesionarse. Para eso, mi consejo es siempre correr menos de lo que quisieras. Defiendo la máxima de que menos es más. Si quiero hacer 20 kilómetros es mejor hacer 10 para poder hacer mañana otros 10. No entender esto es lo que lleva a algunos populares a estar lesionándose una y otra vez. Y eso no es bueno. El corredor popular debe entender y aprender a disfrutar de la fiesta del atletismo en la que se debe de convertir cualquier cita a la que acuda.

Para fiesta del atletismo la que se vivirá en Aranda de Duero el próximo 26 de septiembre ¿no crees?

Juan Carlos ha captado muy bien la idea de lo que debe ser una carrera popular. Tiene que ser como esperar una fiesta de cumpleaños. Esperar a que llegue para pasarlo bien rodeado de tus amigos. Hacer algo que te da mucha felicidad rodeado de miles de personas es algo maravilloso. Las carreras que organiza Juan Carlos son un ejemplo de cómo tendrían que ser la inmensa mayoría de carreras populares en este país.

Entonces, ¿acudirás al Higuero Running Festival?

Yo siempre animo a correr este tipo de carreras. Yo a mi gente les recomiendo y les digo y explico las bonanzas de acudir a una carrera de alguien que mima al corredor así. Luego cada uno elige acudir a una o a otra. En mi caso concreto mi presencia en Aranda de Duero dependerá mucho de dónde esté y cómo esté. Si no estoy lesionado acudiré y participaré y, si no es así, con toda seguridad acudiré a disfrutar de esa fiesta desde el otro lado, aunque reconozco que desde el otro lado no lo paso nada bien.